Esta colección creada por el arquitecto italiano Stefano Prina, se inspiraró en los expresivos ojos de su perro Luchino.
A partir de esa imagen, de su experiencia con la construcción de modelos y maquetas como arquitecto y de una gran investigación sobre los ojos de variados animales, Prina logró desarrollar una técnica que explora todas las permutaciones de color, la forma y la pigmentación del iris.
Su colección de ojos son pintados a mano sobre una base de cáscara de madera y encapsulados en resina acrílica y «pertenecen a monstruos, reptiles, peces y animales, tanto reales como imaginarios.»