Me gusta el Lollalpalooza, yo sé que a mucha gente le parece posero, pelolais y un montón de cosas malas (especialmente porque todo el mundo se pone monotemático por varios días con el festival), pero yo en verdad lo paso piola y hasta el momento, he comprado mi entrada para versiones en las que han venido por lo menos 5 bandas que me gustan mucho. Algunas las termino viendo de lejos, que es lo pajero, pero en general lo paso bacán.
Dicho este discaimer, les cuento las cosas que más me gustaron del día 1 de Lollapalooza 2014.
Lo primero que vi y con el grupo que salté más, lejos y eso que fui a NIN, fue Café Tacuba. Llegué cerca de 3o minutos antes y ya había mucha gente. Solamente fue necesario que el vocalista Rubén Albarrán entrara al escenario, comenzara a cantar para que se iniciara unas rolas, baile y saltos que duró cerca de una hora. En verdad como banda mueven mucho al público, se notan que lo pasan bien y tratan de interactuar con todos al más puro estilo mexicanote y presentando las canciones entre frases a los asistentes Lo más bacán es que tocaron mi canción favorita «Baile y salón» muy al principio, al igual que muchos clásicos como «Ingrata», «Las flores» y el cover de Leo Dan «Amor divino». Punto aparte para el baile de «Déjate Caer», me acordé de niña tratando de imitarlos. Otra cosa bacán es que escuché una canción nueva, que o no había pescado o no conocía, cantada por el tecladista Emmanuel del Real, llamada «Aprovéchate» y que suena como sus temas más antiguos. Les dejo acá el video a ver si les gusta tanto como a mí.
Luego de que terminara Café Tacuba, y saliéramos destruidos con mi pololo, decidimos pasarnos a ver a Jake Bugg, un chiquillo inglés es de sólo 20 años que parece un joven Bob Dylan. Vimos el show sentados en el pasto, y en realidad no nos emocionamos mucho, no como los gringos que estaban a nuestro lado y bailaban como en Lollapalooza Chicago on drugs, así que decidimos partir un poco antes de que terminara con rumbo a «31 minutos». Esta versión para el festival de su popular show «Radio Guaripolo» sin duda fue un éxito, nuevamente para niños y grandes. Había mucha gente adulta, o más bien, mucha gente sin niños. Estaba llenísimo y sólo quedaba el consuelo de ver las pantallas, así que nos quedamos a un lado simplemente escuchando las canciones.
Luego de negar nuestra edad y meternos en un show para niños decidimos ir a ver algo de Phoenix, sin embargo, después de notar la distancia de los escenarios me quedé finalmente en NIN, esperando el que era para mí el show del día. Y lo fue. No tocaron «Only», que pucha, obvio que no la iban a tocar, pero escuché «March of the pigs», «The hand that feeds» y «Copy of a» que me gustan caleta. Punto aparte para «Something I can never have» y «Hurt», puta las canciones buenas, tristes, cuáticas en vivo.
Después de que terminara NIN y yo saliera afectada, fui a ver los Red Hot Chili Peppers. Iba con la esperanza de escuchar puros clásicos, bailar y relajarme después de todo lo que salté con NIN. Pero no, no fue así. Y no porque me pusiera de nuevo a saltar como enferma, sino porque los encontré aburridos. No sonaban tan bien, no estaban tocando tantos clásico. Y sí, yo no tengo por qué esperar un festival a mi medida, pero no me prendieron para nada y terminé por decidir que el día 1 se terminara un poco antes de que salieran del escenario.
Para hoy, el día 2, espero con demasiada emoción Pixies y Arcade Fire. Además quiero ver Portugal. The man solamente para cacharlos, a los colombianos y compatriotas Monsieur Periné, a Julian Casablancas que ya tuvo un mal sideshow según varios, pero que no le quita mérito y New Order, mi favorito indiscutido para cerrar Lollapalooza 2014.
Vórtice 
